Formación de los océanos

En los tiempos de la formación de la Tierra, el planeta se encontraba a una elevada temperatura, por lo que no era posible retener ningún tipo de atmósfera. La ausencia de nubes de vapor de agua y océanos en la Tierra era a causa de la temperatura. Con el enfriamiento de la Tierra, los materiales más pesados se fueron solidificando y compactando, siendo los materiales más ligeros como el vapor de agua y los gases, expulsados hacia el exterior, esto daría origen tanto a los mares y océanos como a la atmósfera.

Los océanos comenzaron a tomar su forma actual a medida que los continentes se desplazaban, primero en forma de grandes cuencas que se habían formado de agua de lluvia, y después uniéndose entre si con la separación gradual de las masas terrestres.

En la formación de un océano hay 4 fases principales:

1. Se produce un abombamiento y fracturación de la corteza. Los materiales calientes empujan y arquean la litosfera. Ésta adelgaza.
2. Se forma el rift continental. La tensión creada hace que se creen fracturas que hunden la zona central.
3. Comienza a originarse la litosfera oceánica. La fractura llaga hasta el manto, a través del cual sale magma, que forma la corteza oceánica. 
4. Se forma un fondo oceánico. Entra agua de una zona cercana, y se origina un océano nuevo.

La salinidad de los mares y océanos se debe a la concentración de sales disueltas que se originan durante las erupciones volcánicas, además de los materiales que arrastran los ríos.